El Prinz August Wilhelm (PAW) realizó su viaje inaugural el 26 de mayo de 1903. Era un vapor destinado al transporte de pasajeros y carga y su ruta habitual era Hamburgo-Nueva York-El Caribe
El Paw estuvo fondeado en la Bahía de Santa Marta, Colombia, hasta el 11 de noviembre de 1915. Sin embargo, esa noche salió de ese puerto sin papeles de zarpe y sin previo aviso se dirigió a Puerto Colombia.
La noche del 22 de abril el capitán y los marineros alemanes cortaron los amarres del PAW y dejaron que la brisa lo retirara un poco del puerto para luego prenderle fuego y abandonarlo.
(Tomado del prólogo de Adolfo Meisel Roca, del libro “De la gloria al olvido”, de Enrique Yidi y Álvaro Mendoza).
La conservación de la memoria histórica bicultural (colombo-alemana) y la creación del Museo PAW
El Colegio Alemán de Barranquilla será el guardián de un gran tesoro sumergido en aguas del Caribe colombiano.
En el espacio PAW se exhibirán piezas rescatadas del vapor Prinz August Wilhelm, perteneciente a la flota Hamburg American Line (HAPAG) que cubría la ruta Hamburg – New York – El Caribe. Este vapor, que se autodestruyó para no caer en manos de enemigos durante la Primera Guerra Mundial, se encuentra en aguas de Puerto Colombia y ha sido objeto de continuos saqueos.
El Paw será creado dentro de las instalaciones del Colegio Alemán de Barranquilla y tiene como finalidad la protección de un bien común, la conservación de la memoria histórica colombo-alemana, la difusión de la misma a las nuevas generaciones de estudiantes del Colegio Alemán y es un aporte a la ciudad, demostrando una vez más la integración de la comunidad alemana y su interés en el desarrollo de la cultura desde el principio mismo de su inmigración a tierras del Caribe colombiano.
Desde su creación hasta su puesta en escena, el proyecto Paw brinda muchas oportunidades, cuenta con la colaboración de alumnos del Proyecto Creatividad, Actividad y Servicio (CAS) del Colegio Alemán, guiados por el profesor Mauricio Acosta, la Directora de Espacio D. Rocío Plúas y Enrique Yidi, para la sensibilización, el aprendizaje y manipulación de objetos antiguos sumergidos, la concientización de un patrimonio, el conocimiento de la historia y la responsabilidad participativa en la construcción del museo. De esta manera, son los alumnos quienes se empoderan del proyecto para llevarlo adelante.