Carnaval de Barranquilla, Colombia y Carnaval de Colonia en Alemania.
En la diversidad están la magia y el sabor, es por eso que el carnaval es una festividad que se vive de manera indiscriminada y se goza por igual en muchas partes del mundo, cada cual con sus respectivas costumbres y tradiciones. En Barranquilla nos sentimos orgullosos de nuestro carnaval, declarado por la Unesco como Obra Maestra del Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad, sin embargo, Alemania no se queda atrás: en Colonia, su cuarta ciudad más grande, se celebra uno de los carnavales más conocidos de Europa, llamado Fasching, lo que demuestra que los alemanes también tienen un fuerte espíritu carnavalero. De igual manera, en otras regiones católicas de Alemania se realizan celebraciones de carnaval.
Cuando llega el sábado, antes del miércoles de ceniza, los barranquilleros saben que oficialmente ha empezado el carnaval, sin mencionar que desde que el año inicia se realiza toda una programación de precarnaval, pero los alemanes lo llevan un poco más allá, en Colonia celebran el inicio del carnaval desde el 11 de noviembre a las 11:11 de la mañana, desde ese momento es común ver a la gente saliendo con máscaras y disfraces a la calle, no obstante, los días de fiesta oficiales empiezan el jueves antes del miércoles de ceniza.
Para Max Hutter, un profesor de Colonia, “este es uno de los carnavales más representativos de Alemania, es conocido también como ‘La Quinta Estación’ y en esta temporada las personas se vuelven realmente locas, disfrutan y bailan en las calles, se arrojan agua y cerveza, y por la noche encienden la fiesta en los bares de la ciudad, es una experiencia que vale la pena vivir”.
Una de las diferencias más grandes entre estos carnavales, sin duda alguna, es el clima. Mientras en Barranquilla disfrutamos y a la vez soportamos un clima cálido y muy soleado, en Colonia apenas despiden la temporada del invierno con temperaturas bajas entre los 5 y los 12°C, por lo que sus disfraces son cubiertos y vistosos.
Lo más curioso del Carnaval de Colonia es que en éste se hacen tres nombramientos de gran importancia para que los elegidos desempeñen un rol durante las fiestas: El Príncipe, quien es el Máximo Representante del carnaval; El Campesino, considerado como el hombre obsceno, y La Virgen, la protectora de Colonia, que podrían compararse con los papeles que desempeñan la Reina del Carnaval y el Rey Momo en Barranquilla.
La música es otro gran distintivo de las fiestas; en Alemania predominan más los ritmos lentos como el vals y cuando las canciones típicas suenan, los brazos se unen y comienza el balanceo, a esto se le llama Schunkeln. El Carnaval de Barranquilla cuenta con ritmos más enérgicos como el mapalé, la puya, el garabato, la cumbia, entre otros.
Resulta interesante saber que las mujeres son las que tienen el poder en Colonia, literalmente, pues el jueves a las 11:11 a.m. son ellas quienes reciben de las manos del alcalde las llaves de la ciudad para iniciar oficialmente los carnavales y salen a las calles con grandes tijeras dispuestas a cortarles las corbatas a los hombres que se les aparezcan, este día es conocido como Weiberfastnacht. En los siguientes días miles de turistas y locales llenan las calles de la ciudad con llamativos disfraces, además se pueden apreciar maravillosos desfiles, en los cuales los participantes arrojan flores y dulces al público.
El Presidente del Junta Directiva de la Fundación Colombo-Alemana de Barranquilla, Carlos Lindemeyer, asegura que “el carnaval, tanto para Barranquilla como para Colonia, se convierte en un punto de encuentro para la cultura, un espacio para el intercambio de tradiciones y para exhaltar el folclor que llevamos en nuestras venas, mientras compartimos y nos unimos en una sola celebración”.
Cada país tiene una forma única de celebrar sus fiestas con la que fácilmente puede enamorar a cualquier persona que decida conocerlas, dejándola inmersa en todas las manifestaciones de sus legados y tradiciones. Sea en Colombia o en Alemania, lo más importante siempre será celebrar la cultura y abrazar lo que nos hace diferentes, para encontrar dentro de toda esa diversidad lo que en el fondo realmente nos une.
